Si quieres atenuar las líneas de expresión de tu rostro, la toxina botulínica es la solución más indicada. Se aplica realizando infiltraciones superficiales en la zona a tratar para que la toxina actúe relajando los músculos que provocan la arruga. El resultado, un aspecto facial terso y rejuvenecido.

Este tratamiento se realiza de forma ambulatoria y sin anestesia, ya que es indoloro. La acción de la toxina empieza a notarse unos 3 días después.

La toxina es reabsorbible por el organismo y eliminada vía renal, por lo que su efecto dura entre 4 y 6 meses (dependiendo del metabolismo de cada persona). Para mantener un resultado prolongado, lo ideal es realizarse 2 ó 3 infiltraciones al año.

Tiempo: 30 Minutos
Anestesia: Crema Anestésica
Hospitalización: No Requerida
Recuperación: Inmediata
Resultados: Inmediatos
Duración Efecto: 6 Meses Aprox.

Contáctanos